ARTÍCULO DEL blog FOROALFA
Fernando Weissmann
Cómo agregar valor a obras que no lo tienen
¿Cómo convertir un bodrio en una obra maestra? ¡Diseñando un «bodrioducto»! No es difícil. Siga estos pocos pasos.
Chaise-longue de Le Corbusier |
Para convertir un bodrio en una obra maestra: se toma una obra de arquitectura de dudoso gusto, o un producto de diseño inútil y feo. A la obra de arquitectura se la «adorna» con teorizaciones varias de «cómo fluye el espacio entre su exterior e interior»; cómo la solución constructiva es renovadora»; «como se utilizaron materiales bio-degradables; cómo se implantó en el terreno», o «como un teórico de la arquitectura danesa habló en el año 1954 de la coyuntura espacial», bla-bla-bla y 150 justificaciones más. Ya está creado el bodrioducto habitable avalado con fundamentación teórica.
Estas casas son reales. Están construídas y tal vez ocupadas por personas. Son además, atracción turística. |
Pero muy fundamental: no se debe contar si el presupuesto inicial se mantuvo; si se respetaron los plazos de construcción; si es usable para los clientes y/o para quienes estaba destinada; esas son nimiedades... Entonces por obra maestra de la crítica, cuatro o más paredes sin ley, de color espantoso e inútil a todas vistas (excepto al «ego» del Autor) se convierte en el súmmum de la arquitectura contemporánea y candidata al premio Pryzker (o sea el equivalente el Nobel). Ya está. ¡Tenemos «la obra maestra»!
En diseño industrial
Con los objetos de diseño industrial es un tanto de lo mismo. Contemplas un artículo diseñado por Le Corbusier o Gio Ponti (esto es importante). Digamos una silla o un chaise-longue. La miras, te sientas y compruebas que son bonitos y muy buenos para romperte la espalda y/o que no puedes levantarte si no es con ayuda, no importa. Te contarán de la pureza del lenguaje; el diálogo carnal entre el metal de la estructura y el cuero de vaca o potrillo (según el precio); de la síntesis en el lenguaje formal; de cómo la forma y la figura se introduce en tu salón y amalgama el diálogo entre bla-bla-bla y qué se yo.Bueno, más de uno, frente a estas argumentaciones se convencerá que el chaise-longue de Le Corbusier es exactamente lo que necesitaba. Se gastará muchísimo dinero, lo ubicará en su salón y luego de un rato, buscará un almohadón para ponerse en la espalda, pensando que no es que el sillón sea incómodo; sino que él debe tener algún defecto en su cuerpo... Esto es lo que yo denomino «bodrioducto», o sea un bodrio de producto.
Hay más productos inútiles desde su nacimiento que tambien tienen sus 10 minutos de «gloria». Por ejemplo este escritorio-bicicleta que te permitiría hacer gimnasia mientras trabajas. ¿Existirá algo más inútil?
Silla escritorio (!!??) |
Y así será, mientras haya un mercado snob de necesidad creciente, habrá respuestas, a veces positivas, a veces bastardas. Se crearán bodrioductos de manera permanente de forma tal que uno reemplace al viejo bodrioducto, y así hasta la eternidad del consumo desenfrenado.
Próximamente (si no hay una hecatombe) estos y más los veréis en todos los negocios del ramo donde podréis concurrir y convertiros en propietarios de un bodrioducto. Pero de firma... y eso, es otra cosa.
Y eso que me guardo para otro artículo los bodrioductos de la pintura, como por ejemplo los de su mayor autor. El Sr. Antoni Tàpies, recientemente fallecido.
Saludos!
Publicado el 02/03/2012
Lei tu post, muy interesante...siempre pensé lo mismo mientras transitaba la facultad de arquitectura, especificamente las materias de Diseño en la que era una exigencia que justifiques teoricamente el por qué de tu diseño (quizá era la basofia mas grande como vos describis) pero como teoricamente tenia "sustento" ahi venia una buena nota y pasabas al siguiente nivel, un horror!
ResponderEliminarCon esto quiero decir, que la carrera está mal encarada desde el comienzo, nos presentan irrealidades sin sustento, como cuando se puso de moda el desconstructivismo y Saha Hadid por ejemplo...han visto edificios mas feos que los de la iraquí?
Hoy, siendo arquitecta, me doy cuenta de todo esto. Saludos desde Argentina!
Belen: de acuerdo contigo. He sido Profesor de Diseño en la de Arquitectura de Buenos Aires y utilicé ese recurso como alumno, y lo deseché como Profesor.Hay que valorizar las ideas de cada cual, sencillamente porque son las ideas de uno/a mismo/a, sin "padrinos", que es en lo que se convierten las referencias bibliográficas, finalmente.
EliminarUn abrazo!
Fernando, me transportaste en el tiempo y el lenguaje!!!! Arquitectura en la UBA + unos años trabajando en el CIDI del INTI y escuchando el mismo discurso, cuanta razón tenés... Saludos desde Girona!!! Alicia
ResponderEliminarY no sabes las veces que tuve que escuchar como Docente las justificaciones más pesadas sobre proyectos inasumibles y horribles, cuando daba clases en diseño 4 y 5 en los pabellones de Núñez. Un saludo cordial!
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