Sin duda
el ejercicio de nuestra profesión no es fácil.

Los Arquitectos tenemos, si me pemiten, que
lidiar con muchas "fieras " en esta selva que son "las obras ".
Las Autoridades Municipales, las Leyes y Reglamentos; los Proveedores de Materiales, las homologaciones, los Industriales (casi todos pretenden ser los "únicos" en la obra...), pero fundamentalmente, la "lucha" principal es con:
EL CLIENTE!
Tal como vimos en otro artículo, la relación entre el Cliente y el Profesional pasa por varias etapas...De mucha confianza, de comprensión, de ligera desconfianza, de incomprensión, de desconfianza total, luego de reflexión y por último...vaya a saber cuál es el sentimiento que mantienen ambos hasta el final de los trabajos. A veces, bueno y otras no tanto.
Pero lo que es imprescindible para llevar a buen puerto una obra, es la CONFIANZA, en quien dirije los trabajos.
La confianza es el motor que mueve la obra. Si se tiene, se solventa cualquier inconveniente de forma inmediata. En contrario, un tufillo de mala onda invade las conversaciones y se oscurecen los procedimientos. El cliente piensa que el Arquitecto no es idóneo o eficiente, que "se le va la olla", que no está centrado, y 200 etc. más. Y el arquitecto al notar esta situación, se retrae y se pone en guardia. A veces deja de plantear soluciones, o poco a poco, deja de pensar creativamente y se convierte en un robot técnico de dirección orientado a terminar las obras lo más rápido posible. Es una reacción inevitable.
Por eso es interesante reflexionar sobre esto.
Si el médico que nos atiende, nota que no hacemos lo que él nos indica, perderá casi seguramente interés en nosotros como pacientes, dado que el resultado del tratamiento no será bueno.
Con el Arquitecto pasa lo mismo. La diferencia que en vez de no tener buen resultado en nuestra salud tendremos una obra donde los problemas crecerán como los enanos del circo...y nos lamentaremos haberla iniciado, en vez de gozar con su resultado.
Por eso pongamos los temas en verdadera escala:
- Confiemos en el Arquitecto. No es un ser infalible, pero es el que más sabe de obras.
- Digamosle, todas las expectativas que tenemos con el proyecto.
- Facilitemos la tarea en lo posible.
- Seamos claros en la partida presupuestaria que disponemos. No nos embarquemos en lo que no podremos pagar.
- No pidamos adicionales sin saber que tienen un coste y en que habrá que pagarlos.
- Pensar que los Honorarios actualmente son LIBRES de fijar pero siempre son, en caso de discusión,verificables en el Colegio Profesional donde se haya matriculado.
- El Arquitecto, vive de los Honorarios. No pagarle o pagarle tarde, es un tema que fastidia mucho la relación y el rendimiento del Profesional en la obra.
Este es mi pequeño aporte que deseo sea útil para que las relaciones entre Clientes y Arquitectos sean cordiales, entendibles y basadas en la confianza mutua.
En un próximo artículo, trataré un tema espinoso. Los Honorarios
Saludos cordiales desde Barcelona y espero vuestros comentarios.
Es bien cierto que los clientes llegan a ser complicados. También es cierto que hay arquitectos caprichosos o poco profesionales. Creo que hace falta educación y desarrollo de mercado. Si la economía básicamente no es de mercado, la arbitrariedad impera. Educación es un asunto que bien pueden promover las universidades como tarea para con la comunidad. Pero lo más importante es que el arquitecto tenga una muy buena formación, maneje claramente conceptos y se centre en la solución de problemas, tanto atendiendo las necesidades del cliente, como cuidando los aspectos urbanísticos. En esto encuentro que muchos arquitectos fallan.
ResponderEliminarLlegue al Blog de casualidad, luego de un comentario suyo en La Nacion. Quiero felicitarlo por el lugar que eligio para vivir, Barcelona, la visitamos en el 2010, nos encanto, una Ciudad maravillosa y con la magia de un gran Arquitecto como Antoni Gaudí, su obra nos fascino, el trabajo de un genio y visionario. (Ademas, porque no decirlo, por tener muy cerca al Barsa y poder disfrutarlo en esta epoca gloriosa que esta viviendo...)
ResponderEliminarSin tener que ver con la arquitectura ni con los clientes, creo que los Arquitectos tienen un trabajo maravilloso, porque pueden llegar a modificar la faz de la tierra dejando obras permanentes para la posteridad, algo que es muy gratificante para un profesional.
Un desafio muy grande les reclama estos tiempos: Deben economizar materiales, hacer las casas mas ecologicas, hermeticas, que no requieran tanta calefaccion ni refrigeracion, sin aunmentar la carga de contaminacion que el Planeta enfrenta con el uso de los materiales y sus desperdicios. Viviendas economicas, pero resistentes, para que los terremotos las respeten en su mayoria, lo mismo que los tornados u otras catastrofes naturales. Es un inmenso desafio, pero imprescindible de encarar, para poder alojar a los miles de millones de habitantes que van a agregarse en los años que restan hasta fines del siglo actual. Envidio a los jovenes Arquitectos por los desafios que tienen por delante!
Mis mejores saludos. Horacio Arevalo
Respuesta a Miguel Arévalo: gracias por sus comentarios. Coincido con casi todo lo que Ud. dice. Excepto con Gaudí, del que tengo algun análisis hecho en otro blog que se llama www.odiaconmigo.blogspot.com
ResponderEliminarOpino que si vivies en estos años, sería el Arquitecto de Walt Disney por su manera constructiva y formal de construir.Un onírico y (creo) bastante fuera de sus cabales, endiosado por marketing abundante.
Seguimos en contacto. Saludos cordiales.
Gracias Héctor: coincido con tus apreciaciones.
ResponderEliminarSaludos desde barcelona y seguimos en contacto.
Hola,soy Silvia.He hecho muchos trabajos con arquitectos y no siempre termina bien la relacion.
ResponderEliminarEn primer lugar,respeto al profesional,sin discusión.¿Que pasa del otro lado ?.El arquitecto también tiene que respetar al cliente,que en definitiva es que le paga.En toda transacción hay situaciones que considerar.A veces hay profesionales que se imponen sin pensar que la casa es del otro,eso genera una desconfianza importante,amen de que el cliente se siente un ingenuo.Lo ideal es dejar hacer al profesional,pero cuando se habla de una decoracion,las cosas cambian.Hay que escuchar al otro.
Y en cuanto a los honorarios,hay arquitectos que cotizan una obra y después no se respeta el precio,y no me refiero a que se agrega ,el famoso " ya que está ".Minimizan la obra,sin jugarse con un valor y después el resultado hace que se quiebren las relaciones.Sacando esos detalles,creo que emplear la psicologia no está nada mal,porque toda obra despierta ansiedad.Saludos Silvia Klas
Gracias Silvia por tu comentario! Muy acertado como usuaria y usando el sentido común. No ha de ser difícil entenderse contigo. Saludos desde Barcelona.
ResponderEliminarUn arquitecto a quien respeto mucho, que ha sabido tratar este espinoso tema de la relación arquitecto-cliente, es un colega y compatriota suyo (y mío también), el sr. Rodolfo Livingston. Invito a Ud., si no ha sabido de él, y a todos los lectores de su blog a interiorizarse en su obra tanto arquitectónica como literaria (específicamente las que tratan temas de arquitectura, que son más que nada 2). A mí como estudiante de arquitectura acá en Argentina me hizo ver muchas cosas interesantes (no sólo de la relación con el cliente, sino también del ejercicio de la profesión).
ResponderEliminarSaludos.
Tatiana: estoy al tanto del colega Livingston y se de su "cruzada" por explicar temas de la profesión.
ResponderEliminarMucha suerte en tus estudios y gracias por escribir! Saludos desde Barcelona.